El malestar general se caracteriza por no producir síntomas concretos. Se trata de un sentimiento general de incomodidad o molestia. El malestar, puede aparecer de manera brusca o gradual, pudiendo prolongarse en el tiempo. Como sus causas pueden ser diversas, es complicado precisar a qué se debe. No obstante, una vez identificado el problema, de ser tratado a tiempo, es fácil de eliminar.
Esta afección generalizada, puede presentarse de distintas formas: mediante un dolor leve o generalizado, con la presencia de náuseas o molestias abdominales, con un ligero mareo o mediante la sensación de cansancio extremo y debilidad…etc.
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Por otro lado, hay hábitos que favorecen la aparición del malestar general:
- Dormir poco: Esto provoca el aumento de la fatiga. Haciendo que tus actividades diarias se vuelvan complicadas.
- No descansar adecuadamente: Dormir en un lugar con demasiada luz o ruido, por ejemplo. Tener cerca dispositivos electrónicos, los cuales crean radiaciones mientras duermes. Todo esto, puede generar un pésimo descanso, no restaurando la energía durante el sueño.
- Alimentación inadecuada: Comer de manera saludable hace que te sientas lleno de energía, no hacerlo hará que te sientas pesado, pudiendo ocasionar, además, dolor abdominal. El consumo de frutas y vitaminas hace que tus niveles de energía sean óptimos, de no consumirlas, aumentará tu nivel de cansancio.
- El consumo de tabaco: Cuando fumas, el oxígeno que llega a tus órganos es escaso, por lo que al cuerpo le cuesta llevar a cabo sus funciones vitales( respirar, dormir, comer…)
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Síntomas del malestar general
Una de las causas más frecuentes del malestar general son las infecciones de cualquier tipo, algunos ejemplos de sus síntomas más comunes son los siguientes.

Agotamiento muscular
La fatiga o agotamiento muscular no es más que un cansancio excesivo de los músculos, tiene lugar cuando se llega al agotamiento extremo de las fibras musculares, debido a una actividad física extenuante o a alguna enfermedad en desarrollo. Se trata de una situación muy común, la cual utiliza el cuerpo como mecanismo de defensa, avisando al afectado de que algo no anda bien y debe descansar.
Dolor de cabeza
El dolor de cabeza, como su propio nombre indica, se localiza en la base del cráneo, cuero cabelludo o cuello. Existen distintos tipos de dolor de cabeza, así como sus causas. Por norma general, no suele ser síntoma de alarma. Sin embargo, en ocasiones, puede deberse a algo más grave. Algunas de sus causas pueden ser una subida o bajada de tensión, deshidratación, tensión en la zona del cuello, mala visión, falta de sueño…
En la mayoría de los casos, haciendo cambios en el estilo de vida, mediante técnicas de relajación o con la toma de algún remedio natural o medicamento, se suele solucionar sin mayor complicación. De no ser así, si el problema persiste y no cesa, se debe consultar con un especialista.
Fiebre y escalofríos
Tanto la fiebre como los escalofríos, suelen aparecer al comienzo de una infección. La fiebre se basa en el aumento anormal de la temperatura corporal, ante una enfermedad. Se trata de un síntoma claro de que algo no anda bien en nuestro cuerpo.
En adultos, a pesar de ser algo muy molesto, la fiebre no suele ser algo preocupante, a menos que alcance los 39°C. Sin embargo, en los bebés, una temperatura fuera de lo normal puede ser indicador de una infección grave.
Este aumento de temperatura, normalmente desaparece en pocos días. No obstante, existen ciertos medicamentos de venta libre que ayudan a bajarla. Sin embargo, es recomendable no tratarla, a no ser que supere los 38,5 grados, ya que se trata de un mecanismo de defensa del cuerpo para combatir infecciones.
Nauseas

Las náuseas suelen venir acompañadas de ganas de vomitar. Aunque no siempre van de la mano. Las náuseas pueden deberse a infinidad de causas, entre las más frecuentes se encuentran las siguientes:
- Alergias alimenticias.
- Infección estomacal o intestinal, como la gastroenteritis viral o la intoxicación alimenticia.
- Reflujo gastroesofágico.
- Medicamentos o tratamientos agresivos, como la quimio o la radioterapia.
- Las Migrañas.
- Embarazo.
- Mareo en general.
- Dolor intenso, como el dolor menstrual o el de los cálculos renales.
Sin embargo, Las náuseas y los vómitos también pueden ser un signo de problemas más graves, como:
- Apendicitis
- Obstrucción intestinal
- Cáncer o presencia de un tumor.
- Ingestión indebida de fármacos o tóxicos.
- Úlceras de estómago o intestino.
Mareos
El mareo se asocia a gran variedad de sensaciones, tales como desvanecimiento, aturdimiento, sensación de debilidad o desequilibrio. Se suele confundir con el vértigo, en el cual se tiene la sensación de movimiento del entorno o de uno mismo.
Los mareos son una de las causas más habituales de la visita médica, pero rara vez son señal de un trastorno grave.
El tratamiento de los mareos dependerá de su causa y síntomas. Por lo general, se pueden solucionar con tratamientos. Sin embargo, pueden ser frecuentes, según sea su causa.
Dolor abdominal

El dolor abdominal suele ser algo común entre la población, normalmente no se trata de algo de gran gravedad. Además, la intensidad del dolor no evidencia la gravedad de la afección, en la mayoría de casos.
Un ejemplo común es el dolor de gases o cólicos, este se presenta como un dolor fuerte, sin embargo, puede deberse a una mera gastroenteritis viral.
Del mismo modo, enfermedades mortales como el cáncer de colon, pueden causar un leve dolor, o ausencia de este.
Los tipos de dolor en el abdomen pueden ser:
- Generalizado: Se siente en más de la mitad de la zona abdominal. Es común cuando se trata de un virus estomacal, una indigestión o debido a flatulencias. Si el dolor es intenso, puede ser debido a un bloqueo intestinal.
- Localizado: se manifiesta en sólo una zona abdominal. Este tipo de dolor suele ser debido a un problema en un órgano concreto, como el apéndice, la vesícula o el estómago, por ejemplo.
- Tipo calambre: Suele deberse a distensión abdominal o flatulencia. En general se asocia a la diarrea. Es preocupante si tiene una duración mayor a 24 horas o se acompaña de fiebre.
- Tipo cólico: El dolor se presenta en oleadas, es de tipo pasajero y repentino, pero suele ser de gran intensidad. Un ejemplo de este tipo de dolor serían los cálculos renales o biliares.
Cansancio
El cansancio es la ausencia de fuerza, debido a un esfuerzo físico, intelectual o emocional, o bien, debido a un mal descanso. Sin embargo, puede ser un síntoma de alguna enfermedad si no hay justificación posible. El cansancio normal se puede dar en situaciones normales, como, por aburrimiento, infelicidad, hastío, falta de sueño, o trabajo extenuante. Se trata de una respuesta común del cuerpo, y desaparece tras de el descanso adecuado.
Sin embargo, por otro lado, existe el denominado cansancio patológico o fatiga crónica, el cual es anormal y desproporcionado, carente de justificación. Esta afección puede ser el síntoma clave que delata un caso de hipotiroidismo, ya que es uno de los síntomas característicos de la enfermedad.
Lagrimeo y ojos rojos

Las causas del lagrimeo de ojos pueden ser muy diversas:
- Lagrimal obstruido: Se trata de una obstrucción del conducto que drena las lágrimas hacia la nariz no funcionando de manera correcta, provocando el desbordamiento de las mismas.
- Conjuntivitis infecciosa: Puede ser de tipo vírico, bacteriano o alérgico. La conjuntivitis es una infección conjuntiva. Aunque suele ser molesta, no afecta a la visión. Entre sus síntomas se encuentran el enrojecimiento de los ojos y el lagrimeo continuo.
- Problemas oculares no corregidos: como la miopía, la hipermetropía y el astigmatismo.
- Daños en la superficie de la córnea: Denominada queratitis. Existen dos tipos de esta afección, si afecta solo a la parte externa (el epitelio), se trata de una queratitis superficial, la cual se suele sanar sin dejar secuelas. Pero, si afecta a capas más profundas, hablamos de una queratitis ulcerativa, no es tan habitual, pero puede ser grave. Si llega a dejar cicatriz en la córnea (leucoma), la visión puede verse muy comprometida.
- Ojo seco: Una de las causas más comunes de esta afección es la escasez de lágrimas o tener lágrimas de mala calidad. En el primer caso, al detectarse una carencia de lágrimas, el ojo las produce de manera excesiva. Mientras que, en el segundo caso, las lágrimas de mala calidad no se adhieren a la superficie del ojo, provocando lagrimeo.
¿Cómo tratar el malestar general?
Como ya hemos mencionado con anterioridad, la forma de tratar el malestar general depende de su causa, y las cuales pueden ser diversas. Lo más recomendable es acudir a un especialista, para que realice un diagnóstico adecuado y te indique las mejores opciones de tratamiento. No obstante, estos consejos pueden ayudarte a mantenerte sano y evitar cualquier tipo de malestar:
- Descansa en una habitación libre de luces, ruidos o aparatos eléctricos encendidos.
- Duerme una media de 8 horas al día.
- Bebe gran cantidad de líquido.
- Reduce el estrés, el estrés debilita tu sistema inmunológico.
- Lleva a cabo actividades relajantes (lee, dibuja, camina…).
- Si tienes gripe o resfriado, ingiere bebidas calientes y evita lugares fríos.
- Mantén una buena alimentación, rica en vitaminas y minerales.
- Evita la automedicación, toma sólo los medicamentos prescritos por un médico.