Es un tipo de callo que se forma en uno de los dedos del pie y es muy doloroso, principalmente afecta a las mujeres que usan zapatos con puntas estrechas. En sí, el ojo de gallo aparece debido a la fricción que ocasiona el pie y el calzado cuando se tocan al caminar, las mujeres son las más propensas a tener ojo de gallo debido a los tacones que suelen usar, este tipo de callo puede evolucionar y volverse muy doloroso, lo que requerirá de cirugía.
¿Qué es el ojo de gallo?
El ojo de gallo es un callo, doloroso, que aparece en el pie principalmente en los dedos meñique y anular, es una especie de herida que se forma debido a la fricción del pie con el zapato, si esta herida no es tratada se convierte en un callo. El ojo de gallo tiene un aspecto rugoso y duro de color marrón claro u oscuro.
Los ojos de gallo o helomas plantares, son una patología muy común en los pies, estos tienen bordes muy definidos y crecen hacia la capa más profunda de la piel. Pueden tener una coloración oscura y en algunas ocasiones, obtienen una tonalidad amarillenta, esto se debe a las células muertas que recubren la zona afectada.
¿Cuáles son los tipos de ojo de gallo?
Los tipos son los siguientes:
Clavo plantar
Suele aparecer en la planta del pie, es muy incómodo a la hora de caminar porque causa la sensación de que se ha pisado un clavo.
Heloma dorsal
Aparece en la parte superior del dedo del pie debido al roce que genera el calzado con el dedo.
Heloma interdigital
También llamado ojo de pollo, aparece por la fricción de los huesos del pie con el calzado se pueden localizar en el cuarto y quinto dedo del pie.
Heloma de fondo de saco
Este ojo de gallo aparece en la piel blanda que une los dedos de los pies principalmente entre el cuarto y quinto dedo
¿Cuáles son las causas del ojo de gallo?
La causa del ojo de gallo es el roce que hay entre el pie y el zapato, primordialmente porque el zapato no se adecua a las características del pie, ya sea porque ejerce mucha presión o porque es muy pequeño y estrecho. Aunque también puede ser causado por:
- La falta de hidratación en los pies.
- Pisar de manera incorrecta.
- Patologías como los juanetes, los dedos de garras, martillo o mazo.
¿Cómo prevenir el ojo de gallo?
Se debe elegir un calzado adecuado para los pies anchos y no tan pegados o estrechos, mantener el pie ventilado, lavarlos correctamente, exfoliar los dedos de los pies y tener una buena higiene con tus pies, para evitar que estos callos u ojos de gallo aparezcan. A las personas que suelen usar los mismos calzados todos los días, se les recomienda intercalar diferentes calzados para que el roce no sea siempre en el mismo dedo o zona.
¿Cuál es el tratamiento para el ojo de gallo?
Primeramente, se debe examinar el ojo de gallo u callo con un podólogo para que verifique qué tipo de ojo de gallo es, aunque es fácil de identificar, ya que también puede ser confundido con el papiloma, y dependiendo del resultado, el médico recetará un tratamiento adecuado. Dependiendo de cómo se encuentre el ojo de gallo, se puede recomendar tanto fármacos como el tratamiento quirúrgico, el cual es una intervención sencilla y sin riesgo en la que se elimina el callo desde la raíz.
Los estudios biomecánicos están de moda actualmente y consisten en un análisis que realiza el patólogo para conocer cuál es el punto de presión más alto en el pie, dependiendo del resultado se diseñará una plantilla personalizada la cual tendrá la tarea de equilibrar los puntos de presión y evitar que el ojo de gallo aparezca.
¿Cuáles son los mejores remedios caseros para el ojo de gallo?
El ojo de gallo aparte de ser estéticamente desagradable para nuestros pies, también es una molesta y dolorosa herida. Por lo que recomendamos diversos remedios caseros para el ojo de gallo y tratamientos naturales para este tipo de callos. Los cuales son:
La manzanilla
Es un buen remedio natural porque ayuda a que sanen todas las heridas que tengamos en los pies producidas por los zapatos, realizar una infusión con la manzanilla, agua y dejar enfriar en un recipiente lo suficientemente grande para sus pies y una vez fríos sumergir los pies por unos 15 minutos, posteriormente enjuagar con agua tibia y secar muy bien.
Vinagre de manzana y hiedra
Una receta de un remedio es mezclar 100 g de vinagre de manzana y 10 hojas frescas de hiedra dejar reposar por un día completo, colocar este ungüento sobre el ojo de gallo y vendar, dejar toda la noche y retirar en la mañana con agua tibia.
Aceite de resino
Usar aceite de resino es un excelente remedio casero que ayudará a limpiar la herida u ojo de gallo.
Agua fría, vinagre de manzana, hielo y sal
Sumergir los pies en una mezcla de agua fría es importante para el cuidado casero, vinagre de manzana, hielo y sal esto con la finalidad de que el ojo de gallo se haga más blando y poder exfoliarlo.
Limón
El limón es una de las plantas medicinales ideales para esta situación. Se debe cortar una rodaja de limón que tenga el tamaño suficiente para cubrir el ojo de gallo envolver con una gasa y dejar toda la noche, repetir todas las noches.
Almohadilla
Colocar una almohadilla en la zona del ojo de gallo como medicina natural, para protegerla y que no tenga contacto directo con el calzado evitando que esta se siga lastimando con la fricción.
Cebolla
Dejar reposar una rodaja de cebolla con una cucharada de vinagre en un lugar cálido, colocar esta rodaja en el ojo de gallo y vendarla. Dejarla toda la noche, este método ayudará a que el ojo de gallo se vaya ablandando y será más fácil removerlo con la ayuda de un patólogo. Este es uno de los remedios populares más conocidos.