Picor en la espalda producto de la sarna

Remedios caseros para la sarna

¿Qué es la sarna?

Conocida como una de las enfermedades más temidas de la piel, la sarna es una afección ocasionada por el ácaro de la escabiosis Sarcoptes scabiei, el cual se introduce en la piel de humanos y animales para alimentarse de la misma y reproducirse.

 ¿Cuáles son las causas de la sarna?

La sarna se produce principalmente por el ingreso de la hembra Sarcoptes scabiei a la epidermis. Desde allí, el ácaro de la escabiosis cava un túnel hacia la hipodermis, dejando más de 40 huevos a su paso antes de morir. Una vez que los huevos maduran, eclosionan y alcanzan la adultez, el proceso reproductivo se repite e inicia el ciclo de contagio de la sarna.

A los pocos días de adquirir la enfermedad, una persona ya es capaz de contagiar a otras con tan solo tener contacto cercano. Dormir en la misma cama, e intercambiar prendas de vestir, también representan formas comunes de contagio de la sarna en niños y adultos.

Aunque la sintomatología de la sarna en personas no es grave, la intensidad de la misma influye de forma negativa sobre la calidad de vida de los pacientes.

Generalmente, los síntomas de la sarna común y la sarna noruega van desde el picor, agravado con la llegada de la noche, hasta la aparición de protuberancias, ampollas y costras de gran tamaño en las zonas afectadas de la piel.

En la mayoría de los casos, los primeros signos de la escabiosis aparecen en las manos, las axilas, los glúteos y la cintura. Así mismo, la sarna en niños pequeños suele manifestarse con frecuencia en el cuero cabelludo y la planta de los pies.

¿Cómo prevenir la sarna?

A pesar de ser una enfermedad tan invasiva, el contagio del ácaro que provoca la sarna puede evitarse siguiendo buenas prácticas de higiene, además de otras recomendaciones como las que se muestran a continuación:

Evitar el contacto directo con personas afectadas

Distanciarse lo máximo posible de personas con escabiosis es la mejor práctica para prevenir el contagio. Al ser una enfermedad con una alta tasa de propagación, tan solo el contacto cercano basta para adquirir el ácaro de la sarna y desarrollar la enfermedad en pocas semanas.

Es necesario tener en cuenta que la sarna en perros y otros animales no se relaciona directamente con la sarna en personas, por lo que el contagio solo puede producirse entre hospedadores del mismo tipo.

Evitar compartir prendas de vestir con pacientes contagiados

Así como el contacto entre pieles representa la principal vía de contagio, el uso de ropa de pacientes contagiados también puede fomentar la aparición de sarna en las manos y sarna genital. Ante esta situación, se recomienda no intercambiar prendas u elementos cuando se sospeche de la presencia de sarna costrosa, sarna noruega o cualquiera de los tipos de escabiosis.

Prestar especial atención al lavado de la ropa

Si algún miembro del hogar o de un entorno cercano ha contraído la sarna, lo más aconsejable es iniciar un protocolo de lavado y desinfección que incluya toda la ropa en contacto con el paciente.

Desde la ropa interior hasta las toallas de baño y las sábanas, deben lavarse con agua y jabón a 60 grados, para después finalizar el proceso en un ciclo de secadora caliente que elimine todos los rastros de escabiosis.

Si existen artículos cuyo lavado en agua caliente es imposible, lo mejor es almacenarlos en bolsas plásticas por al menos 3 días, pues el ácaro de la escabiosis no sobrevive más de 36 horas fuera del cuerpo humano.

Aislar al paciente contagiado

Una vez que se ha emitido el diagnóstico, lo esencial es aislar a la persona contagiada mientras se aplica la cura de la sarna, para evitar que la escabiosis pueda propagarse con facilidad entre los individuos más cercanos.

Consultar al médico e iniciar un tratamiento preventivo

En momentos donde se sospeche del contacto con el ácaro de la sarna, es de suma importancia realizarse una evaluación médica e iniciar un tratamiento preventivo para evitar la escabiosis, en caso de que la misma haya logrado establecerse en el cuerpo.

¿Cómo tratar la sarna?

El tratamiento de la sarna se basa en eliminar por completo el ácaro Sarcoptes scabiei de la piel, mediante el uso de medicamentos que deben ser aplicados en todo el cuerpo. En la mayoría de los casos, los fármacos deben ser utilizados por el resto del grupo familiar o las personas que convivan con el paciente.

Tanto el tratamiento de la sarna noruega como el de la sarna nodular se basa en el uso de lociones y fármacos como:

  • Crotamiton: loción que debe aplicarse por dos días seguidos, o hasta que el médico tratante lo indique. Debido a su potente efecto sobre la piel, su uso no se ha establecido con seguridad para tratar la escabiosis en niños, ancianos y mujeres embarazadas o en periodo de lactancia.
  • Permetrina: crema tópica indicada para eliminar los ácaros de la sarna y sus desechos. Es el tratamiento más seguro para todo tipo de personas con escabiosis.
  • Ivermectina: este fármaco oral es el más recomendado en los casos más graves, como los de sarna costrosa. Al igual que el crotamiton, su administración no es segura en niños, ancianos y mujeres en periodo de gestación o lactancia.
  • Lindano: loción que solo debe ser utilizada cuando ningún otro tratamiento para la escabiosis haya funcionado. Solo puede ser indicado a niños mayores de 10 años y adultos.

¿Cuáles son los mejores remedios caseros para la sarna?

Sin importar el tipo de sarna, el tratamiento casero para la escabiosis es de gran ayuda para combatir los efectos de esta enfermedad, así como también para aliviar la mayoría de los síntomas. En este sentido, los remedios caseros más efectivos para la sarna son:

Aceite de árbol de té

Para calmar la picazón, producto de la alergia a los desechos del ácaro de la sarna, solo basta con aplicar una cucharada de aceite de árbol de té junto a otra cucharada de aceite de oliva en el área afectada, y repetir el procedimiento de dos a tres veces al día.

Compresas de ruda

Debido a sus propiedades calmantes, la ruda es empleada en el tratamiento casero para la escabiosis, pues ayuda a aliviar la irritación de la piel y a prevenir complicaciones. 20 gramos de ruda hervida son suficientes para humedecer unas compresas y aplicarlas en la zona afectada.

Gel de aloe vera

Ampliamente reconocido por su capacidad para cicatrizar y regenerar la piel, este tratamiento casero para la sarna es ideal para tratar la escabiosis y otras variantes de la enfermedad. Al utilizar este remedio, solo es necesario aplicar el gel directamente de la planta en la piel, dejarlo actuar por media hora y retirarlo con agua fría.

Zumo de berro

Además de fortalecer las defensas, el berro es ideal para depurar el organismo y eliminar toxinas. Por esa razón, la ingesta de este tratamiento casero para la escabiosis es indispensable cuando se desea reducir la inflamación de la piel y evitar posibles infecciones. 1 vaso de este zumo, todas las mañanas y en ayunas, es más que suficiente para notar resultados y acelerar la cura de la sarna.

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